Bicicleta de gravel
Eventos

Qué esperar de una carrera de gravel

Una carrera sobre grava se parece más a una carrera de atletismo que a una de ciclismo en carretera. Los eventos más grandes cuentan con miles de competidores, desde principiantes hasta atletas profesionales. La carrera comienza con una salida masiva, que sitúa a todos los participantes en el recorrido al mismo tiempo. En las pruebas de grava no hay camiones escoba, por lo que los competidores deben llevar herramientas para las reparaciones. En las carreras más largas, los corredores llevan botiquines de primeros auxilios, por si se lesionan en una zona remota.

Las carreras tienen tres formatos principales. Una carrera estándar de grava suele ser más larga que una de carretera, aunque muchos eventos tienen varias opciones de recorrido. Una carrera de enduro consiste en completar segmentos cronometrados que forman parte de un recorrido más largo. Los corredores deciden a qué velocidad quieren ir entre los segmentos. Las pruebas de ultraresistencia son similares al randonneuring, en las que los ciclistas recorren largas distancias sin apoyo. Dependiendo de la longitud de la ruta, puede tratarse de una prueba de un solo día o de varias etapas. Son habituales las carreras de un siglo de longitud, tanto métricas como imperiales, pero algunos eventos abarcan cientos o miles de kilómetros.

Las carreras de gravel existen desde hace unos 15 años, y la primera bicicleta de gravel de producción salió al mercado hace apenas una década. Debido a esta corta historia, los reglamentos son menos estrictos que en otros formatos de competición. Esto permite a cada ciclista de gravel elegir entre una amplia gama de neumáticos, manillares e incluso cuadros, para que pueda adaptar su bicicleta a las condiciones de la carrera. Esta actitud relajada se extiende fuera de la carrera. En la mayoría de los eventos se respira un ambiente festivo, y los profesionales tienen libertad para mezclarse con los aficionados.